jueves, 5 de abril de 2012

Nazareno



Nazareno,
que recorres tu Sevilla,
con antigua cofradía,
pies descalzos penitentes
y capirote de cartón.

Nazareno,
echa el freno,
que si corres,
delante va la banda
con su toque de trompetas
y redoble de tambor.

Nazareno,
contempla la Giralda
que corona Catedral,
donde vas a rendir cuentas,
costaleros Virgen a cuestas,
con la gente en las esquinas
aplaudiendo a su compás.

Nazareno,
echa el freno,
no dejes que te pueda,
tu coraje e ilusión.
Pues delante va la imagen,
flores nuevas y elegantes
con El Cristo redentor.

Nazareno,
hoy un hermano más.
Disfruta tu momento,
llega loco de contento,
a salir con tu hermandad.

Nazareno,
coge a la gitana
una hojita de romero,
dicen salud y dinero,
suerte viva o maldición.

Y en la puerta del Alcázar,
deja que el flamenco
toque su guitarra,
te embriague el pensamiento,
con aires de nostalgia
de aquel u otro bastión.

Nazareno,
echa el freno,
guarda en el armario
tu traje y corazón.


Pero piensa que en el año,
en que vuelvas a agarrarlo,
nuestros actos nos delatan,
ante el santo y la beata,
sin llegar Semana Santa
y el paseo del perdón


* Imagen sacada de eljuegodelataba.blogspot.com

2 comentarios:

Yiyi dijo...

Los nazaremos estaría contentos de poder leer tu poema. Especialmente los que te sugirieron la idea. Un abrazo.

Molowi dijo...

Se nos fue ocurriendo tras ir viendo todos los días Sevilla en Semana Santa. La última estrofa fue más inspirada por un taxista un poco harto.

gracias!

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