lunes, 5 de diciembre de 2011

Huesos con frío



Con las primeras luces
al despertar los ojos,
contemplo el vaho 
que de las ventanas sale
escapando del invierno.

Mis pies, atrevidos,
 se asoman al mundo,
decididos.
Como viendo al diablo
vuelven cabizbajos,
al calor adquirido
de un sueño turbio. 

Frío decidido,
traicionero, duro,
seco y sombrío.
Frío que penetra 
en los huesos 
cuan si aún
 los encontrase dormidos.

Noche oscura
dando paso a la neblina.
Día largo,  
tiempo inmutable,
pasajero y fiel acompañante.
¿Estarán acaso dormidos
los hombres de gris?

Será quizás que Momo
les ganó esta batalla,
¿justo hoy dulce niña,
cuando mis huesos con frío, 
querrían ver el tiempo
consumirse, transformarse,
en calor y cobijo?

¡Es infierno el frío en vida!
Es delirio sin tu mano,
calentando, dando aliento,
a lo que por momentos
sentí que me negaron.

Al fin llega la noche,
infinito fue el preludio.
De nuevo el vaho, 
que ya aparece,
para que juegue a dibujar
con mis manos,
el nombre de tu ausencia
en el papiro momentáneo,
del cristal de nuestro cuarto.


5 comentarios:

Belen dijo...

Puff! cuántos días feos nos encontramos, en los que queremos acurrucarnos entre almohadas, edredones y sábanas.

Para que el día no comience aún, o para que pase rápido y de puntillas, pero que pase como sea mientras que yo cierro los ojos!

Net Collins dijo...

Esto es mi prueba número 11 para intentar escribir un coment:
¿Era necesario mencionar a Momo?

Net Collins dijo...

Funciona!!!!

Molowi dijo...

Si, era necesario en este punto de la pequeña historia. Bienvenido al blog Net Collins.

Yiyi dijo...

"De nuevo el vaho,
que ya aparece,
para que juegue a dibujar
con mis manos,
el nombre de tu ausencia"

¿Quién no ha escrito en el vaho de los cristales su nombre?

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